Al ver a los seres humanos moverse inconscientemente, como ciegos, ¿que pensáis hacer? Realizad en vosotros lo que os falta en perfección en el cumplimiento de la ley, para que esa perfección pueda aproximarse a vuestros hermanos.
Nada podéis hacer en lugar de ellos; sólo debéis cumplir lo que os cabe. No hay otro camino para recorrer que no sea el vuestro, y sabed que si lo asumiereis con entereza, suavizaréis el camino de todos. Cuando os desviáis de la meta para ver lo que haríais en lugar de un hermano, ponéis en peligro la claridad de vuestro propio camino.
El destino de cada individuo, a él y al Absoluto les cabe trazarlo. ¿Cómo podéis interferir en esa comunión? Aunque esa Magna Consciencia se exprese a otro ser por vuestro intermedio, no sois vosotros quienes lo estáis haciendo. Por ello, retirad de los ojos la venda de la compasión humana y lavadlos en la fuente pura de la Sabiduría Divina. Bajo el pretexto de estar atados a planos inferiores por causa de un semejante o por causa de una situación, perdisteis infinitas oportunidades de crecer en compasión espiritual. Sólo siendo lo que sois en Espíritu podréis ser por vuestros hermanos.
Extraído del libro "Hora de Curar (La Existencia Oculta)" – Trigueirinho
Editorial Kier
Páginas 74 y 75
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